Qué inútil y despiadado, el ser
que se revuelca en clamor y temblor
por aquello que se le niega.
Se presenta como efímero, pasajero
y luego se oculta cual verdad última
gritando al rostro su imprescindibilidad.
Se presenta a la mano, bailando su disponibilidad
se fuga, inmediato y trágico
ante el espanto de unos ojos incrédulos...escépticos.
Todo parecía...todo parecía...
qué giro impredecible de las verdades existenciales
qué giro trágico y maravilloso que corrompe voluntades!
Tiempo, qué tiempo, que corre pausado
¿que corre pausado?
La neutralidad de la técnica
bailando en mi cara.
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