domingo, junio 21

Empezar a trabajar es harto difícil

Emocionante, sí. Fantástico. Ser independiente es lo mejor que hay, y cuanto antes mejor, m’hijita. Y una que sueña con aquel día de plena libertad, para elegir adónde y con quién salir los fines de semana, si decir malas palabras o no, a qué hora acostarse, qué ropa ponerse, adónde dejar tirado el calzado, adónde colgar la toalla, en qué gastar la plata…tantas cosas. Me paso el día deteniéndome ante cada cosa que hago, preguntándome, ¿de qué otra forma podría hacer esto? ¿de qué forma me gustaría más? ¿es realmente importante hacerlo de esta o aquella forma? Qué estrés. En mi cabeza se anudaron las cosas sencillas con las complejas, las banales con las trascendentales. Además tengo mucho tiempo para hacer nudos porque no tengo novio.

Tener novio es una cuestión de salud

Y si una no tiene, hay que buscar, hasta encontrar. Algo. No tener novio te puede generar tanto un bajón en las defensas, lo que desemboca en diversas incubaciones bichósicas a veces bastante graves; como así también ligeros desórdenes emocionales, léase ciclotimia, histeria, rasgos depresivos y/o maníacos, estados confusionales u obnubilados de la consciencia, etc., pero todo dentro de un cuadro neurótico nomás, claro. Y me gustaría hacer una moción ya que estoy: que tener pareja figure en la Declaración de los Derechos Humanos.
¡¿Acaso alguna vez se tomaron la molestia de explicarnos tan importante asunto en la escuela o en la casa?! Pues no. Tener novio pareciera ser apenas una cuestión de divertimento para los fines de semana y las vacaciones, y una vez en la universidad, mejor borrar la palabra del diccionario porque ni tiempo ni energía para andar paveando por la plaza con algún desafortunado, que si existe, tiene que bancarse la lección de psicoanálisis de Freud a Lacan y comparado también. So romantic.

No me dijeron

Este es un manifiesto. Consideradlo así my folks, porque no tiene otro nombre. Llegará el día en que todos los engañados nos uniremos para exigir una enmienda.
Cuando a mí me educaron, allá por los 80 y tempranos 90, en casa y en la escuela se olvidaron de decirme un par de cosas, a mi parecer. Porque no digan que no es útil para la vida tener en cuenta cuántos días, por ejemplo, dura el zapallo en la heladera; y ni hablar de cada cuánto tiempo es razonable lavar las toallas, por no mencionar alguna lista (limitada y concisa) de las cosas que debe uno preguntar al ingresar a una institución a trabajar. He comprobado empíricamente cuán útil puede resultar esto, siendo ya Junio y yo recién enterada que los maestros de música también toman lista, y que los que están cuidando sector en el recreo deben quedarse hasta que el último niño perezoso entre a su aula, siendo secundario el tiempo que uno pierde de su clase arriando niños.
Bueno el tema del zapallo es bien importante también, porque me acabo de comer una sopita con un zapallo que está en la heladera desde la semana pasada, y tengo cierto temor por mi salud. Pero verde no estaba.
El asunto de la salud es algo que también está muy descuidado en la educación temprana. De a poco me voy enterando con grandes disgustos, que la salud también hay que planificarla, porque es increíble la cantidad de tiempo y plata que se gasta en eso. Sobre todo si le resulta agradabilísimo a uno bañarse antes de salir, y salir sin gorro. Porque de estas cuestiones siempre se encarga otro…y el turno con el torturador viene solito, a veces sin aviso, y los medicamentos son propinados en comidas camufladas, comprados quién sabe en qué momento. Las cosas que se pierde uno de aprender por andar revolcada en el piso mirando muñecos de las vidrieras o sacándose los mocos.

Los restos

...me interesan esos restos que dejo, me definen varias cosas de mí. Es como tener materializada la experiencia, como para poder analizarla mejor. O sea, está ahí, nadie lo puede negar. Varias personas pueden verlo (los ciegos no, pero pueden tocar y oler) y pueden decir algo de mí. Una sola no sirve, un solo resto no dice mucho, pero una gran secuencia…es interesante. La experiencia que queda en la mente, en el cuerpo, es un poco más difícil de analizar.
Ver los restos desde afuera pues…es importante para emanciparse de referencia. Veo las cosas de otra manera. Salir de la rutina es ver los restos desde afuera.