domingo, enero 13

Listening...Loituma

Escuchando música como yo lo hago...
Ieva's Polka - Loituma - Basshunter Remix

Everybody put your hands up in the air!!! Me estoy recibiendo!! Estoy terminando la maldita facultad!!! El colectivo larga distancia rodaba sobre la ruta a Buenos Aires, noche oscura si las hay, adentro transmitiendo una película que no podía importarme menos en mi cóctel de felicidad y dientes inocultables. Una y otra vez la melodía techno, el chap chap, y landen landó la carrera terminó. Recuerdos viejos y no tan viejos de penas y alegrías vividas en torno a la carrera desfilan como fantasmas. Yo les muestro los dientes. Sí quiero champán, muchas gracias. El viaje más endorfínico de mi vida. Por fin iba a poder buscar una nueva meta. Y lo iba a hacer con la alegría de la completud.
Yo no sé quién demonios inventó el cuentito de que recibirse es realmente un momento de felicidad absoluta. O que en la defensa de la tesina te felicitan tanto o más que cuando uno escribía sesudas ingenuidades del mismo tenor en los trabajos prácticos de la cursada. No, chiquita. Tu trabajo es peor que una encuesta cosmo, y te recibís porque dios sabe cómo pero llegaste a esta instancia. Landen landó. Daga daga.
Parecía pedir disculpas cada vez que contestaba los mensajes de texto: sí, me recibí, te invito al funeral la semana que viene. Claro que voy a estar feliz, no me queda otra. It's a non optional social convention, diría Wolowitz.[1]


[1] (Personaje de The Big Bang Theory) Es una convención social no opcional.

Listening...Y.Tiersen

Escuchando música como yo lo hago...
La valse D'Amelie

2007. Letargo. Segundo 40. Hormiguitas en las mejillas. Recuerdos confusos, buscando la luz del entendimiento. La razón una vez más. La gran ausente, la tan esperada, la de dudosa reputación, ahora, no te animarías a venir. En mi mente circulan como las notas del piano, agitadas, las escenas de aquel fin de año. Y mis álamos no tienen sentido, ni mis calles, ni mis horas de siesta, ni los amigos prestados. Aunque es bueno saber que el mundo sigue girando en compás fácil de caminar. Uno, inspiro, dos, retengo, tres, exhalo, cuatro, espero. Así de fácil. Por fuera un compás sencillo, por dentro un remolino de gritos. Minuto 1.12.
Tragedia agitada de gárgaras de ajo.
Si te tuviera cerca te arañaría la cara. Tengo los músculos preparados para morder, los ejercito todas las noches en mis sueños, tanto, que de mañana no puedo abrir la boca. Ahora también controlo la producción de adrenalina, cada vez que quiero, se me llena la cabeza de hormigas. El cuerpo. No. Te arrancaría la piel. No. Te gritaría a la cara, a tus ojos de vidrio, explotaría delante tuyo porque no hay un idioma que explique el dolor. Pero no. Cada vez que vengas, voy a dejarte ir. Como una pluma.
Y el remolino va a desaparecer, y el centro tonal va a volver. Y en el silencio se va a extinguir. Esto es todo lo que necesitaba. No más. Nunca.

jueves, enero 10

Listening...N.Mestre

Escuchando música como yo lo hago...
Distinto tiempo – Nito Mestre



Esta canción me la enseñó Nico en la escuela. Es fácil, me dijo, tiene cuatro acordes. A mí me encantaba - me encantaba. Y me encantaba. Soy savia, soy sangre que quiere andar. Todos queríamos andar en esa época. No nos importaba mucho el futuro de adultos. Peleábamos para decirle al mundo quiénes éramos. No éramos boludos. Teníamos ideas. Queríamos usarlas. Creíamos tener la respuesta fresca para las preguntas importantes, aunque no supiéramos de lavarropas automáticos ni de trámites bancarios. Sabíamos que la escuela era importante, y que tenían que escucharnos a nosotros si ellos los políticos querían cambiar las leyes. Un poco de amor.
Odiábamos también. Los caretas. Los sin principios. Los desapasionados. Los burócratas. Los que no se juegan. Los mediocres. Los que no miran a los ojos cuando les hablamos. Los que no juegan con nosotros. Los que no cantan ni hacen bardo con nosotros. Los que no nos encuentran cuando queremos ser encontrados (una vuelta de rosca a la escondida). Saber encontrar en mi nombre, un poco de amor.
Envidia y miedo.
Aprendí a tocar la guitarra gracias a unos amigos. Aprendí dos acordes (Mi y La) y con eso nada más, cantaba. Y lo que yo ya escribía desde hacía tiempo, empezó a tener melodía. Saber controlar un instrumento para mí misma, sin partitura, fue un pedacito de libertad. Y qué importante es el silencio cuando uno expresa su libertad en el sonido.

Listening...Moby


Escuchando música como yo lo hago...

Natural Blues – Moby


Tiqui tric - tiqui tric, el bus me lleva de Villazón a La Paz. En cualquier momento, sin aviso, cae barranca abajo. No me importa, soy feliz. Cielo limpio, calles ajenas al sistema. Llegaron tarde a la repartición de capitalistas. Gotas de PBI en las ropas de los niños, gotas de PBI en los negocios para turistas. Ellos no saben que está ahí, goteando, y poco podría importarles. Sus caminos son  como ellos siempre los conocieron, y sus lenguas y alimentos también. Aprovechan las fallas de la matrix para intercambiar gota por gota, el resto sigue igual. Mismos caminos, mismas lenguas.
Pienso. Quizás algo esté mal en esto. Y la pregunta más importante, ¿son felices ellos? No sabría responder. Pienso. Una cultura que se mete por los intersticios de la más antigua. Una cultura que los habitantes utilizan de la manera que más les conviene. Tienen productos chinos para intercambiar. Chinos. Pero no tienen cloacas ni asfalto. ¿Les importa a Ellos? ¿En qué términos es más respetuoso preguntarse sobre el entrecruzamiento de dos culturas? ¿En qué términos tiene sentido?
No sé las respuestas y estoy en un camino sin salida. Pero regocijaos, habemus preguntas.

martes, enero 8

Listening to music like I do...M.Jackson


Escuchando música como yo lo hago...
Earth song - Michael Jackson
(Instrucciones: Comenzar a reproducir; luego de un minuto o más, comenzar la lectura.)




Tengo recuerdos de esta canción sonando en el auto de mi papá, estacionado en el bosque donde acampábamos. Hermosos bosques patagónicos que nos daban resguardo cada verano. Éramos chicas, mi hermana y yo. No cazaba una de inglés. Pero esos coros respiraban denuncia, urgencia, y bronca. Era una llamada, adictiva, quería que se repitiera una y otra vez. Minuto 3.44, modulación desgarradora. Y en algún momento se calló, inesperadamente. La radio no encendía, yo moría por unos segundos más. Papá vino a ver. Demonios la batería. Se murió la batería y nació el enojo de papá. A callar.
La canción quedó en mi memoria como una impresión fotográfica. No recordaba los tonos, ni me sabía el título. Sólo podía recuperar la sensación vivida.
Con el fallecimiento de Michael Jackson, resurgieron muchos temas viejos y entre ellos The Earth Song. Mismas sensaciones, más contenido verbal. Más imágenes. Y los coros.
Do I give a damn?
Fue una de las primeras canciones que me hicieron sospechar de los intervalos. Musicales. Yo comenzaba a sospechar que el sentido de una canción podía condensarse en un par de intervalos. La emoción transmitida por ese intervalo, en ese contexto, decía todo lo que tenía que decir con mayor poder de elocuencia que el resto de la canción. Y sospecho que hay canciones que no tienen esto. A raíz de unos estudios comprendí que la canción viene del grito primigenio. El grito primigenio consistió en una llamada; un deseo de comunicarse. Algunos cabos sueltos pude atar. Pero hay más.
A veces me pongo a cantar. A veces saco la guitarra o abro el piano, y empiezo a balbucear. Me encuentro en un estado perceptivo, a veces relacionado con una tristeza, otras veces con un deseo de contemplación. Y como generalmente no tengo palabras, empiezo con intervalos. Elijo un acorde. El acorde no cualquiera, porque no siempre tengo el mismo registro vocal. O lo que quiero cantar no concuerda con cualquier altura (agudo, grave). Luego elijo una secuencia armónica. Mi voz quiere salir, la dejo salir. Puede salir limpia y occidentalmente temperada (la frecuencia justa de una nota específica que se puede encontrar en un piano), como también puede salir sucia, con demasiado aire. Puede resonarme en las caderas, en el estómago, en el pecho, en la garganta o en alguna parte de la cara. Busco sentirme cómoda. Busco una especie de homeostasis. En el exterior de mi cuerpo, el ambiente está inerte, o ajeno a mí. Tiene una carga. Dentro de los límites de mi piel y mi pensamiento, una carga distinta. Al estar en contacto con ese espacio exterior, a veces demando un equilibrio. Que el mundo se detenga, que responda por lo que siento, que vibre en consonancia. Y lo hace. Yo puedo controlar algunas variables del mundo exterior produciendo vibraciones específicas, tonales, tímbricas. Todo a mi alrededor cambia de sentido.  Responde. Sí que responde. Juntos, mi instrumento, mi voz y yo, modificamos el universo para que momentáneamente se amolde mejor a mi mundo interno. 

Listening to music like I do...W.Mertens


Escuchando música como yo lo hago...
Struggle for pleassure - Wim Mertens
(Instrucciones: Comenzar a reproducir; luego de un minuto o más, comenzar la lectura.)

Buenos Aires. Primavera. Las notas están ahí, circulan por la periferia de mi consciencia, pero lo que yo sé, lo que yo realmente sé, es ese ciclo armónico que se repite. Sé que esta situación me va a agarrar desprevenida, una y otra vez, hasta que la agarre yo a ella y pueda jugar como las notas, tan libremente, por el círculo. La calma. Buenos Aires me espera para que resuelva.
La tragedia de la madurez y la urgencia de la libertad, todo junto expresado en ella.
Camino desesperadamente por las calles despobladas, mi cuerpo pedía correr. Lo entiendo, trato de darle los gustos siempre que puedo.  Digamos más honestamente que hago siempre lo humanamente posible para darle lo que quiere.
Camino. Mi mente va hilvanando tras bambalinas y me hago la desentendida. Descarto lo que no me interesa. Sin hacer ruido, sin quejas, sin reclamos ni recriminaciones. Hasta que por fin entiendo. Algún vértice, ángulo, segmento de la cosa, ello que no me dejaba dormir, ello que me llevó a decir estupideces días atrás. Sigo caminando.
Descubro que mantener la calma es lo más importante. Y después de eso, focalizarme en lo que realmente quiero para mí.  Una estupidez que nos vienen diciendo desde jardín, pero que nos embiste muchos años después, cuando su verdad cobra la necesidad de una urgencia por vivir. Sin infartos.
Y vos. Tan lejos. Te crees que te tengo en cuenta. Sí, te tengo en cuenta porque hoy me sirve. Descartar pensamiento.
Veo que algunas pistas me deprimen, pero no puedo dejar de escucharte Mertens, porque antes de pasar a otra cosa tengo que terminar con esta. Sinead O'Connor no me va a entretener ahora, sólo va a molestarme. ¿Y por qué Mertens? porque lo conocí en un video sobre la secuencia de Fibonacci.
Fibonacci es la esperanza de que algo en este caos está en orden. Y sucumbiendo en un razonamiento platónico, ¿por qué no habrían de tener un orden el resto de todas las cosas que hay en este mundo? El único problema es que tardamos en recordarlo, pero persiste la fe en que algún día lo recordaremos.
Me pregunto cuál es el elemento musical que me sugiere la búsqueda mental. Será la armonía, será el compás, será la forma…