sábado, marzo 8

Reunión de toros

Nos reunimos a pesar de las bajas probabilidades. Él confía en mí. El otro también. Y entre toros hay un respeto que no se comunica con palabras sino con hechos.
No esperaban un toro femenino. Yo tampoco me esperaba mujer. Un sí, un no, un quizás. Pero es toro. Y lo dice en serio. Tanto que quema la responsabilidad de abrirle la puerta, facilitarle las cosas, convidarle agua y mostrarle, por si acaso, la salida de emergencia. El temor a la embestida, o el espanto y admiración ante su majestuosidad y armonía.
Allí hay reunión de toros. Y los toros nacieron para mostrar su fuerza, su precioso cálculo de movimientos, su abnegada sumisión a las leyes de la física.
Esta relación va a durar siempre y cuando un poco de agua circule en sus corazones.

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