viernes, mayo 19

El sujeto que viaja es blanco

Arriba del tren todo pierde sentido, el mundo se detien ante su paso, la velocidad le quita importancia al destino final. ¿Qué importancia tiene el destino frente al poderoso azar? La velocidad tienta al azar. Lo cotidianamente seguro ya no existe, no es posible predecir lo no cotidiano. La velocidad borra el mundo que se suele ver a los costados. Lo que hay "adelante" no existe, en segundos es alcanzado. "Atrás" es historia antigua debido al tiempo y la distancia psicológicas que nos separan de este punto.
El mundo que hay a los lados sirve de parámetro para comparar la propia marcha. Cuando este parámetro no existe, se pierde toda referencia, y por ende toda identidad. El sujeto que viaja es blanco. Todas las frecuencias, ninguna en especial...ruido.

El sujeto que viaja es blanco
¿no porta identidad acaso?
¿Qué criterios controlarían la selección de frecuencias?
¿acaso la ausencia de parámetros no genera una falta de criterios?
¿Acaso la libertad es la falta de parámetros?
(en todo caso, qué seria placentero: ¿la libertad o la falta de parámetros?)
¿Es posible la ausencia de parámetros?
La libertad es posible.
El concepto de libertad se construye dentro de una serie de parámetros.
Entonces viajero, ¿sos blanco?...

La ausencia de parámetros
es una dulce ilusión
hija de las más perfectas
abstracciones racionalistas.

Admitir estas cuestiones
da muerte a la ilusión
Pero ¿acaso la ilusión no se vive como real?
Acaso, viajero ¿no te sentís blanco?
¿acaso no es esa tu experiencia de la realidad?

O extirpamos la ilusión del universo de lo real
como elemento patológico del pensamiento humano;
o la realidad es otra perfecta abstracción
y lo que se experimenta como real
es una amalgama de ilusión y
extractos de la experiencia.

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