viernes, septiembre 5

Mi casa

Mi casa es la tierra y el frío.
Mi casa es la soledad, el grito callado de mi alma,
mi casa es el eterno asombro,
mi casa es el atardecer y la noche clara,
mi casa es el eterno rol de observador no participante,
el placer de escuchar y ver las absurdas maravillas de este mundo concreto
aún sabiendo que nada tiene significado.
No osaré atribuirle jamás un símbolo
so pena de quedar entre la espada y la pared,
obligada a asumir tan despiadadamente
la estupidez ciega del hombre arrojado al mundo,
de esta mujer arrojada al mundo,
y otra vez aquella absurda responsabilidad de mantenerse en vida.
Mierda de responsabilidad que sangra en los ojos, sangra en las manos, sangra en el vientre, sangra en los pies;
Insoportable.

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